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Día del invitado: Cosmonacionalismo

febrero 5, 2011

¡Si prefieres, puedes leer este post en catalán aquí!

Este término podría usarse para representar una visión compatibilizadora entre nacionalismo y cosmopolitismo. De la misma forma que muchos individuos que se consideran cosmopolitas piensan en la unión con los otros ciudadanos del mundo desde su identidad, los pueblos o naciones también pueden unirse a grupos similares del mundo desde su identidad particular (cultura, valores…), mostrando en consecuencia su cosmonacionalismo.

Como consecuencia de la globalización y digitalización que ha tenido lugar a partir de mediados del siglo XX, ha habido un auge de la idea Cosmopolita (cultural, jurídica, política, económica…)[1]. El concepto deriva del término «cosmópolis» o «ciudad universal» que crearon los filósofos estoicos para explicar la unión conceptual de los territorios propios a la cual aspiraba el Imperio Romano.[2]

La idea cosmopolita me seduce, posiblemente por su idealismo. Veo interesante el hecho de trascender la división geopolítica, afirmándose cada uno como ciudadano del mundo. Así pues, el cosmopolitismo se encuentra ligado al respeto, la libertad y la igualdad de todos los seres humanos.

Mi visión cosmopolita tiene enlaces con los de Mosterín: se aceptan y reconocen las particularidades de los individuos, entendiendo las diferencias como riqueza.[3] Respecto a los grupos humanos también existe una aceptación y reconocimiento de los mismos, respetando las identidades, unidades culturales… que son una realidad. Desde esta perspectiva considero que el cosmopolitismo se encuentra alineado con el nacionalismo (concretamente con los nacionalismos democráticos)

 

Emergencia del Cosmopolitismo desde los grupos humanos y unidades territoriales

El proyecto político de una ciudadanía de aplicación global debería tener en cuenta la diversidad y riqueza de los distintos grupos humanos ya que sería a partir de éstos que podría emerger la consecución de este objetivo. Cada uno se añadiría voluntariamente al proyecto. La cohesión de los distintos grupos humanos o unidades territoriales permitiría realizar pactos con otros grupos o unidades consiguiendo cada vez más expansión.

El proyecto sería complicado de llevar a cabo porque requeriría un cambio muy grande en las estructuras actuales de poder, haría necesaria la existencia de unas organizaciones transnacionales claves con mucho peso.

 

Del Romanticismo del S.XIX al Nacionalismo Cosmopolita del S.XXI

Kant defendía la existencia de un hombre universal desvinculado de los eventos históricos, viendo la nación como intemporal y mítica. Por el contrario, el Romanticismo de la segunda mitad del S.XIX contrasta con Kant y muestra interés en las distintas naciones formadas en la Edad Media. Expresaba que la cultura, la forma particular de vivir y las instituciones sociales más importantes, es formada y configurada esencialmente por parte de la nación.

En este contexto, el nacionalismo contemporáneo se encuentra ligado al nacionalismo que originó el pensamiento romántico ya que ambos pretenden hacer avanzar las reivindicaciones culturales de las naciones pequeñas. Las diferencias se basan en el hecho que los nacionalismos y naciones actuales sin estado no se limitan a defender la lengua y las culturas minoritarias, sino que reivindican algún tipo de autonomía política, y acostumbran a reclamar desde la democracia el derecho a decidir su futuro político (autodeterminación)[4].

En la actualidad, el número creciente de organizaciones internacionales, compañías multinacionales y movimientos sociales de ámbito transnacional, ponen en duda el concepto clásico de soberanía nacional. Concretamente ponen en duda la idea de los estados como controladores absolutos de los aspectos sociales, políticos y económicos de los ciudadanos. De esta manera toman sentido las reivindicaciones de las naciones sin estado.

Creo que determinados estados (en general los que engloban naciones sin estado) se exceden ejerciendo la soberanía nacional, llevando a cabo prácticas que atentan en contra de la historia, la educación, la economía… y en definitiva a la evolución legítima de las naciones que tienen en sí. Entiendo que la persona con pensamiento cosmopolita está en contra del poder estatal en este sentido (propio del Estado-Nación) y de la misma manera creo que está a favor del respeto y la libertad de individuos y grupos humanos.

En conclusión, pienso que este planteamiento de los nacionalismos contemporáneos con visión cosmopolita se encuentra encaminada hacia una Europa de los pueblos.

 

Autor: Roger Guillamet

 


[3] MOSTERÍN, Jesús, La cultura de la libertad, Espasa-Calpe, Madrid, 2008.

[4] Guibernau, Montserrat «PER UN CATALANISME COSMOPOLITA» (2009)

Angle Editorial

5 comentarios leave one →
  1. Lope de Sosa permalink
    febrero 5, 2011 7:00 pm

    Me parece muy bien tu conclusión final, yo también comparto la idea de la disolución de los actuales estados europeos en una entidad política supranacional que bien pudiera llamarse Estados Unidos de Europa, lo que se traduce por una Europa de los pueblos.
    Lo que ya no comparto es todo lo que precede a la conclusión, es decir, el intento de casar «cosmopolitismo» con «nacionalismo» me parece como mezclar peras con plátanos o como se decía en castizo «mezclar churras con merinas».
    El «cosmopolitismo» es en mi opinión una filosofía o más bien un modo de vida individual. No hay naciones cosmopolitas, hay personas cosmopolitas, ciudadanos del mundo que son tolerantes, entieden y respetan todas las culturas y a todos los seres humanos.
    El nacionalismo es una filosofía política excluyente por defición, que exalta la diferencia cultural, racial o de cualquier otro tipo y aspira a convertir pueblos y naciones en Estados independientes y diferenciados de otros………………. (sigue)

  2. Lope de Sosa permalink
    febrero 5, 2011 7:18 pm

    Ya conocemos todos los excesos de los nacionalismos totalitarios (Alemania nazi) o los nacionalismos racistas (Balcanes), pero incluso los que tu llamas nacionalismos democráticos no aspiran a una Europa de los pueblos sino en todo caso una Europa de las naciones. Tu idea del «cosmonacionalismo» es bonita e idealista pero sencillamente no existe.
    La idea de la Europa de los pueblos sólo tiene dos modelos en la practica:
    1º Estados Unidos de Europa como confederación de estados independientes. En ella todos los pueblos que se sienten nación podrían ser naciones-estado independientes y confederadas. Cataluña podría ser una de ellas, pero también Andalucía, Alsacia, Renania o Escocia.
    2º Estados Unidos de Europa como federación de estados autonómicos. En este modelo España, Francia o Alemania estarían supediatadas al Estado supranacional, dejarían de ser estados independientes, pero Cataluña o Andalucía nunca llegarían a ser estados.
    Tu eliges, y si encuentras algún otro modelo en la práctica dímelo. Con todos mis respetos, todo lo demás son «cuentos de hadas» y filosofías idealistas.

  3. rogerbcn permalink
    febrero 7, 2011 11:36 pm

    Gracias Lope por la lectura y los valiosos comentarios. Mi intención era mostrar los puntos de enlace entre el proyecto político global cosmopolita y los nacionalismos minoritarios sin estado, viendo las necesidades de estos últimos y la creciente importancia de las instituciones transnacionales que quitan protagonismo al Estado-Nación. Existen otros estudios al respecto (http://www.xtec.cat/~asarsane/article15.PDF).

    Los términos cosmopolitismo y nacionalismo en su acepción más estricta representan dos ideas diferenciadas, contrapuestas porque uno prima al individuo y el otro a la nación. Creo que los dos encuentran enlaces en las siguientes acepciones:

    – Cosmopolitismo: El planteamiento político de los Ciudadanos del mundo o Cosmopolitas (Referencia 2 y primer subapartado) basado en el objetivo de establecer «una nueva ciudadanía de aplicación global y de adhesión voluntaria, y que a través de pactos federativos estas unidades territoriales locales por decisión de sus propios ciudadanos aceptarían entre sí a los ciudadanías de las demás localidades». No conozco al detalle este proyecto político aunque creo que podría incluir las naciones como grupos humanos, creo que sus partidarios también pueden ser más o menos flexibles al respecto.

    – Nacionalismo: Sentimiento de pertenencia a una nación con sus particularidades culturales (puede estar ligado a reivindicaciones culturales y a acciones políticas). Ligado al nacionalismo democrático más que a ningún otro tipo de nacionalismo, esta acepción o punto de vista no puede contemplar la soberanía nacional.

    La utilización del concepto cosmonacionalismo es lo menos importante, surgió al unir dos acepciones de las dos palabras más que un término de unión estricta entre el término cosmopolita y nacionalista.

    Creo que sería positiva para los ciudadanos europeos una Europa de los Pueblos en el sentido de naciones-estados independientes y confederados (el primer modelo que comentas). Existiría una entidad supranacional y se contemplarían las reivindicaciones legitimas y urgentes de las naciones sin estado (pienso que lo podrían ser todos los pueblos que se sientan nación), y así se podría solventar el exceso de soberanía nacional por parte de los Estado-Naciones.

    • Lope de Sosa permalink
      febrero 10, 2011 6:33 pm

      No creas que no me gusta tu ideal político de la Europa de los pueblos, creo que es una idea estupenda pero muy ideal (platónica), tanto como la «convivencia de culturas» de Zapatero. En el fondo y en la práctica todo depende de la relación de poder entre la llamada entidad supranacional y los estados-nación independientes, bien sean macro-estados (Francia) o micro-estados (Provenza). Si los estados-nación tienen mucho poder político, el el estado supranacional fracasa por su debilidad, y esto es una lección de la historia. Fracasaron los Estados Confederados del Sur (Norteamerica), el imperio Austro-húngaro, en menor medida el Imperio Alemán (sólo fuerte con CarlosV, y ni eso) , o las uniones de estados como la Unión de Kalmar (Noruega, Suecia y Dinamarca).
      Si el equilibrio de poder es a favor de la entidad supranacional entonces tenemos una federación como los Estados Unidos de América o los landers de la Alemania Federal. Pero si examinas bien esos estados, creo que las actuales Andalucía y Cataluña de nuestro Estado autonómico tienen más poder e idenpendencia que el Estado de Oklahoma o el lander de Renania-Palatinado. En resumen, en unos Estados Unidos de Europa, los pueblos-nación-estado serían una micronización de estados dentro del gran estado supranacional, quién sabe si con más o menos poder que ahora. Bueno, creo que esto no da más de si, no te parece. Creo que el intercambio de opiniones ha sido fructífero. Es bueno ser jóven y tener ideales.
      Un saludo.

      • rogerbcn permalink
        febrero 12, 2011 12:52 pm

        Gracias Lope por el intercambio de opiniones!

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